Las malformaciones craneofaciales aisladas o sindromáticas representan un problema de salud pública, debido a las comorbilidades que originan e incapacidad a la que predisponen. Los avances en biología molecular han permitido dilucidar los genes involucrados en múltiples malformaciones. Asimismo, la cirugía reconstructiva y la representa rehabilitación un área elemental en el manejo de estos pacientes. Presentamos a continuación una revisión sobre las bases moleculares, técnicas de diagnóstico molecular, imagenológico y clínico, así como una breve reseña sobre el tratamiento quirúrgico.
Palabras clave:
Malformaciones craneofaciales, osteogénesis, craneosinostosis, México
Las malformaciones craneofaciales, sindromáticas y no sindromáticas representan un problema de salud pública por las comorbilidades asociadas y la discapacidad a la que predisponen. Las nuevas técnicas en biología molecular están ayudando a dilucidar los genes implicados en varias de estas malformaciones. Además, tanto la cirugía reconstructiva como la rehabilitación representan un área elemental en el manejo de estos pacientes. Presentamos una revisión sobre las bases moleculares, técnicas moleculares, imagenológicas y de diagnóstico clínico, así como una breve revisión sobre el tratamiento quirúrgico actual.
Palabras clave:
Malformaciones craneofaciales, osteogénesis, craneosinostosis, México
TEXTO COMPLETO
?? Reseña histórica
Fue Hipócrates quien realizó la primera descripción de malformaciones craneales, asociándolas a la sutura involucrada. El médico particular de Juliano El Apóstata, llamado Oribasio de Pérgamo reportó malformaciones craneofaciales, asociados a deformidades palatinas.1 Hacia 1800, el alemán Samuel Sommerring describió el crecimiento y función de las suturas craneales, treinta años después, Otto terminó que el cierre prematuro de las suturas, impidieron el crecimiento apropiado de cráneo compensando éste, a expensas de las suturas no afectadas.2 Posteriormente, las observaciones condujeron a Virchow3a la introducción del término craneosinostosis, definido como malformación caracterizada por la fusión prematura de una o más suturas craneales. A partir de ese momento, han sido varios los médicos que han asociado a las craneosinostosis con otras alteraciones. Fue Thomson, quien realizó estudios de audición en sujetos con malformaciones de oído externo en 1846.4 Berry describió colobomas en el párpado inferior en 1889,5 mientras que en una reunión de la Sociedad Londinense de Oftalmología en 1900, Treacher Collins presentó a dos pacientes con malformaciones oculares y defectos de los huesos malares.6 Finalmente en 1944, Franceschetti, Zwahlen y Klein publicaron una extensa revisión de las manifestaciones clínicas en sujetos, con las malformaciones previamente descritas por Collins, asociándolas a un síndrome, al que llamaron la disostosis mandíbulo facial o Síndrome de Treacher Collins. Mientras que en diversas regiones europeas, es conocido como el Síndrome de Franceschetti-Klein.7-9 Durante el siglo XX se lograron avances en el manejo de estos pacientes, se realizaron las primeras clasificaciones incluyendo a las malformaciones de labio y paladar.10- 12
Durante las últimas dos décadas del siglo XX y actualmente en el siglo XXI, las grandes y novedosas técnicas de biología molecular nos han brindado la oportunidad de conocer la complejidad de la morfogénesis craneofacial, identificando el papel de varios genes implicados en el desarrollo óseo, como son por ejemplo, los genes de la familia HOX, SHH, los factores de crecimiento fibroblástico, los retinoides, las proteínas morfogénicas del hueso, los genes involucrados en la craneosinostosis y las metaloproteinasas de matriz. Actualmente, existe la posibilidad de realizar diagnósticos oportunos, abordajes multidisciplinarios adecuados y mejor conocimiento de fisiopatología de estas enfermedades.
?? bases moleculares
El desarrollo craneofacial comprende un complejo proceso caracterizado por eliminación, diferenciación y migración celular de las células neurales. Estas migran a diferentes regiones del embrión, donde se diferencian en tipos celulares múltiples como neuronas periféricas, neuronas entéricas, células gliales, melanocitos, músculo liso y condrocitos. En la actualidad, gracias a los avances en biología molecular y genética médica, conocemos el papel fundamental de múltiples moléculas, que participan en la morfogénesis craneofacial.
La formación de las estructuras craneofaciales inicia con la formación de las células de la cresta neural, para ello se requiere de la participación de proteínas antagónicas de la proteína morfogenética de hueso (BMP) y factores de crecimiento de fibroblastos, entre otros. Posteriormente, en el dorso del tubo neural ocurre una señalización mediada por contacto entre los tejidos, ocasionando que las células del neuroectodermo y no neuroectodérmicas de los bordes, pasen por una transición de células epiteliales a mesenquimales, altamente